Cormacarena advierte: Fumigar contra el dengue debe ser la última opción
Óscar Gómez, ingeniero agrónomo de Cormacarena, explica que los insecticidas utilizados en la fumigación son absorbidos por las raíces de los árboles, lo cual afecta la alimentación de diversas especies. Además, estas prácticas resultan mortales para las abejas y abejorros, cruciales para la producción de árboles frutales.
Otro aspecto preocupante es la contaminación directa de fuentes de agua a través de los productos químicos, así como la liberación de gases que pueden persistir en el aire y las nubes durante períodos prolongados, precipitándose finalmente con las lluvias. Adicionalmente, estos químicos son absorbidos por el sistema respiratorio y la piel, provocando reacciones alérgicas en las personas.
En vista de lo expuesto, Cormacarena insta a la comunidad a considerar otras estrategias antes de recurrir a la fumigación. La entidad ambiental recomienda priorizar el control del mosquito Aedes aegypti, principal vector del dengue, desde su etapa de larva. Esto implica evitar la acumulación de agua limpia en recipientes, lavar regularmente los tanques de agua para consumo y utilizar mosquiteros para proteger especialmente a niños, adultos mayores y personas enfermas, entre otros grupos vulnerables.
La prevención y el manejo responsable de la situación son clave en la lucha contra el dengue. Cormacarena exhorta a la comunidad a asumir un papel activo en la adopción de medidas que minimicen el riesgo de propagación de esta enfermedad, preservando a su vez el equilibrio del ecosistema y protegiendo la salud de todos los habitantes del departamento.