Contratistas se negaron a pagar una extorsión y les quemaron maquinaria para arreglar vías rurales
Varios municipios de Córdoba están siendo testigos de una preocupante situación. Miembros del Clan del Golfo, una organización criminal, han quemado la maquinaria utilizada por contratistas para realizar trabajos de acondicionamiento en las vías rurales de la región. Según informes, esto ocurrió debido a que los contratistas se negaron a pagar extorsiones impuestas por los criminales.
Los trabajos de arreglo de las vías terciarias se llevaban a cabo en la vereda ‘El Volante’, en la zona rural de Chinú. Fue allí donde los delincuentes llegaron y destruyeron las máquinas, dejando mensajes y sus iniciales pintadas en ellas, antes de huir en motocicletas, según testigos presenciales.
Esta situación de extorsiones viene ocurriendo desde hace algún tiempo en varias áreas del departamento, como han denunciado los contratistas ante la Fiscalía General de la Nación, la Policía, la Armada y los alcaldes locales.
El caso más grave ocurrió con los contratistas de la empresa BCM, quienes tenían la concesión de la vía que conecta Lorica, San Bernardo del Viento y Moñitos, abarcando 21 kilómetros, además de la construcción de un nuevo puente en el área de ‘La Doctrina’. La obra, que representaba una inversión de 45 mil millones de pesos y tenía un gran impacto en el desarrollo turístico de la región, fue interrumpida por las amenazas y extorsiones de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
Se dice que los criminales exigieron mil millones de pesos a los contratistas, quienes se negaron a pagar la suma requerida. En respuesta, varios hombres en motocicletas dispararon contra las máquinas y los trabajadores, amenazando con quemar las retroexcavadoras, buldóceres y otros equipos. A pesar de los intentos de retomar los trabajos en coordinación con la Armada Nacional para garantizar la seguridad, estos esfuerzos fracasaron y la empresa BCM se vio obligada a devolver el contrato al Instituto Nacional de Vías (Invías) y abandonar la obra, generando un gran perjuicio para la región.
El silencio de las autoridades, incluyendo el gobernador y los alcaldes de Lorica, San Bernardo y Moñitos, ha sido notable, posiblemente debido al temor al Clan del Golfo. Esta situación ha sumido a la región en el olvido, sin que ninguna medida concreta sea tomada para abordar el problema. Los contratistas afirman que esta misma situación se repite en otros municipios, como Lorica, San Pelayo, Tierralta, Chinú, Sahagún y el sur de Córdoba, donde las Autodefensas tienen un fuerte control sobre la región y las autoridades parecen inmovilizadas.
Con la proximidad de las elecciones, temen que la situación empeore en el departamento, agravando aún más la problemática existente.