No obstante, mientras cruzaba la frontera de México con Estados Unidos, murió ahogado en el río Bravo. Según reportó el medio Milenio, el hecho ocurrió el 4 de noviembre en horas de la mañana. Dos hombres colombianos se encontraban a orillas del caudal y uno de ellos, Nicolás Galindo, cayó y fue arrastrado por la corriente.
La Policía Estatal en Reynosa acudió al llamado de auxilio para rescatar al joven colombiano. Entonces, se activó el protocolo para avisar a otras corporaciones de auxilio e iniciar la búsqueda. La corporación Protección Civil se encargó de buscar y encontrar el cuerpo sin vida.
Reunía fondos a través de su trabajo, para viajar a la Ciudad de México, donde, con ayuda de un hombre, pasaría las frontera hacia Estados Unidos. Viajó el 25 de octubre. Trabajó y ahorró dinero en la capital de México.
El primero de noviembre decidió emprender el viaje hacia la ciudad de Monterrey. En Reynosa, él y sus acompañantes decidieron cruzar el río Bravo. Según se conoció, Nicolás fue el único que decidió nadar en el río, por lo que, a mitad de trayecto, dejaron de verlo.
Una vez encontraron el cuerpo, se comunicaron con la familia. A lo anterior, se sumo el hecho de que la repatriación del cuerpo de Nicolás Galindo y el costo para poder ir a visitarlo era de 25 millones de pesos colombianos.
En redes sociales, una de sus familiares compartió el mensaje para iniciar la colecta por la repatriación de Nicolás y su posterior entierro: “A todos nuestros familiares, allegados y ángeles que quieran ayudarnos para repatriar su cuerpo y darle cristiana sepultura al lado de toda su familia”.