Irán desvía un avión para impedir salir del país a la familia de la estrella del fútbol Ali Daei
La estrella del fútbol y exseleccionador nacional iraní Ali Daei ha denunciado que el régimen de su país desvió este lunes el avión con destino a Dubái en el que viajaban su mujer y su hija desde Teherán para impedirles abandonar el país, según informaron los medios oficiales del país. Tras despegar de la capital iraní, el vuelo de la compañía Mahan Air fue obligado a aterrizar en la isla iraní de Kish, en el golfo Pérsico, y la familia de Daei forzada a bajar del avión.
El atleta de 53 años a quien muchos iraníes consideran un héroe nacional ha mostrado en las últimas semanas en sus redes sociales su apoyo a las protestas contra el régimen desencadenadas por la muerte bajo custodia policial, el 16 de septiembre, de la joven de 22 años Mahsa Amini. En un texto publicado en ellas en septiembre, Daei instó al gobierno a “resolver los problemas del pueblo iraní en lugar de utilizar la represión, la violencia y las detenciones”, mientras que, en un tuit del 14 de noviembre, el antiguo delantero anunciaba que había rechazado una invitación de la FIFA y de la Federación de Fútbol de Qatar para asistir al Mundial.
Daei aludió de nuevo en ese tuit a las protestas y a las víctimas de la represión al asegurar que “en esos días, la mayoría de los iraníes no se sentía bien”. El exseleccionador iraní afirmaba después que prefería quedarse en su país con sus compatriotas y expresaba “su pésame a todas las familias que han perdido a seres queridos”. El deportista concluía su mensaje formulando su esperanza de “días brillantes para Irán y los iraníes”. Poco después de difundir este mensaje, las autoridades iraníes cerraron una joyería y un restaurante de su propiedad.
“Realmente no sé el motivo de esto [el desvío del vuelo]. ¿Querían detener a algún terrorista”, declaró este lunes por la noche Daei a la agencia de noticias semioficial ISNA, a la que confirmó que su familia había sido obligada a salir del avión en la isla iraní de Kish.
Según el relato de Daei, su mujer y la hija de ambos se dirigían a Dubái para reunirse con él y disfrutar de unas vacaciones en “un viaje de unos días de ida y vuelta”. Esta madrugada emprendieron el regreso a Teherán sin haber recibido ninguna explicación de las razones por las que se les impidió salir del país.
El poder judicial iraní se ha limitado a señalar, informa la agencia Reuters, que la esposa del exdelantero tenía prohibido abandonar Irán. El futbolista ha replicado que “si se les hubiera prohibido salir, el sistema policial de pasaportes debería haberlo indicado”. “Nadie me ha dado una respuesta al respecto”, ha criticado el atleta.
La denuncia pública de Daei del desvío del vuelo en el que viajaban su mujer y su hija podría representar un desafío mucho mayor para el régimen iraní que las detenciones o amenazas a deportistas mucho menos populares que han trascendido hasta ahora. El exseleccionador nacional (2008-2009) y antiguo futbolista del Bayern de Múnich fue el máximo goleador histórico de una selección nacional en todo el mundo, con 109 goles. Ese récord permaneció intocable hasta 2021, cuando el portugués Cristiano Ronaldo lo desbancó, 15 años después de la retirada del fútbol profesional del delantero iraní en 2007. Para los muchos iraníes que adoran el fútbol, Daei es un héroe nacional. El exfutbolista ha conservado además una importante proyección internacional y, también fuera de su país, sigue siendo considerado un mito. Este deportista fue uno de los ocho futbolistas definidos por los medios deportivos como “leyendas de la FIFA”, que participaron en el sorteo de equipos del Mundial, el pasado 1 de abril. Según medios deportivos internacionales, Daei ya había sido sancionado antes de las protestas con la prohibición de trabajar como entrenador durante tres años por sus críticas al presidente de un equipo de fútbol iraní.
Altavoz de las protestas
Desde el inicio de las manifestaciones, las autoridades de la República Islámica de Irán han tratado de evitar que artistas y deportistas se convirtieran en altavoz de los manifestantes. Algunos atletas hasta ahora poco conocidos han sido detenidos o amenazados por participar o apoyar las protestas. Uno de los casos que tuvo más repercusión fue el de la escaladora Elnaz Rekabi, que compitió sin velo en Seúl (Corea del Sur) el 16 de octubre. Tras volver a Irán, Rekabi atribuyó su gesto a un error, en medio de denuncias de grupos de derechos humanos de que la familia de la atleta había sufrido amenazas.
Otro caso que ha tenido repercusión internacional ha sido el del hasta ahora casi desconocido futbolista de 26 años Amir Nasr-Azadani, que afronta una posible condena a morir en la horca después de ser condenado por el delito de “enemistad con Dios”, que acarrea en muchos casos la pena capital. Después de que la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales divulgara un comunicado sobre su caso el pasado 13 de diciembre, las autoridades iraníes se apresuraron a desmentir que este deportista haya sido ya condenado a muerte, como se había informado, si bien los cargos de los que ha sido considerado culpable siguen haciendo muy probable que sobre él recaiga una sentencia de muerte.
Nasr-Azadani es una de las 39 personas que podrían ser ejecutadas de forma inminente en Irán, según la organización de derechos humanos en el exilio Iran Human Rights. Otros dos condenados al patíbulo, Mohsen Shekari y Majid Reza Rahnavard, ambos de 23 años, fueron ahorcados, el segundo en una ejecución pública, a principios de diciembre. Según HRANA, la agencia de prensa de la ONG Activistas por los Derechos Humanos en Irán, hasta este domingo habían muerto 507 manifestantes, entre ellos 69 menores, por la represión de las protestas. Esta organización calcula que más de 18.500 manifestantes han sido detenidos.
EL PAIS